martes, 17 de mayo de 2011

Disparidades en la asistencia oncológica en la Argentina

Se dice que "Dios está en todas partes, pero atiende en Buenos Aires". En varias provincias argentinas, esta dura realidad golpea fuertemente en la salud de la población. Y no por falta de programas, planes, documentos, sistemáticas, y toda la serie de productos típicos de la burocracia gubernamental. Papeles ... sobran. Faltan acciones concretas.

Hay capitales de provincia que carecen de un acelerador lineal de electrones, y por lo tanto, no pueden atender adecuadamente la radioterapia de un paciente en emergencia oncológica ni la radioterapia estándar de la mayoría de los tumores sólidos del adulto. Recordemos que desplazar al paciente y a algún familiar cercano a una gran ciudad por la duración del tratamiento completo (más el pago del arancel por ese tratamiento) suma importantes erogaciones, caso por caso.

La magnitud de la inversión necesaria no puede ser abordada con el mismo criterio con el que se plantean obras viales, eventos culturales o deportivos para celebrar aniversarios patrios, y otras iniciativas de importante repercusión mediática: se trata de la salud y la seguridad de la población.

En ocasiones, faltan nombramientos de Enfermería para habilitar una sala o quirófano, o falta equipamiento de costo moderado (menos de 20.000 dólares, como es el caso de endoscopios), o falta una red de derivación y logística de muestras de sangre o tejidos para estudios patológicos o genéticos sofisticados. A veces, una simple comunicación via internet hubiera podido poner un experto a disposición en una situación compleja.

Falta decisión política.

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