lunes, 30 de mayo de 2011

Quién va a pagar todos estos tratamientos?

Finalmente, The New England Journal of Medicine, una de las mejores y más prestigiosas revistas de Medicina clínica del planeta, lo expresa con claridad meridiana: el presente ritmo de aumento de los costos de los tratamientos para el cáncer resulta insostenible - aún para la opulenta sociedad estadounidense. Se impone una reflexión, una búsqueda de criterios razonables, quizás una negociación para evitar el colapso del "sistema".
Un artículo cuidadosamente redactado (http://healthpolicyandreform.nejm.org/index.php?p=14541&query=home#comment-10852) plantea el problema y sugiere algunas estrategias posibles para enfrentarlo: decisiones basadas en la evidencia - proveniente de ensayos aleatorizados - y algunos criterios fuertemente establecidos en la formación médica podrían ayudar a brindar un abordaje costo-efectivo. Los oncólogos tenemos una doble responsabilidad: hacia nuestro paciente individual (primero y principal) y ante la sociedad.
El tema no bien definido es: hacia dónde fluirían los "ahorros" generados por un cuidado más afiatado, cauteloso y consciente de los costos? Esperemos que no sea simplemente otro "ajuste". No se trata simplemente de racionar la atención médica, ni de incurrir en inaceptable y antiética sub-prestación - como vemos a menudo en nuestro medio - sino de utilizar el mejor criterio para lograr lo mejor posible con herramientas adecuadas. Hay vidas en juego.

Atentamente,
Dr. Pedro Politi

martes, 17 de mayo de 2011

Disparidades en la asistencia oncológica en la Argentina

Se dice que "Dios está en todas partes, pero atiende en Buenos Aires". En varias provincias argentinas, esta dura realidad golpea fuertemente en la salud de la población. Y no por falta de programas, planes, documentos, sistemáticas, y toda la serie de productos típicos de la burocracia gubernamental. Papeles ... sobran. Faltan acciones concretas.

Hay capitales de provincia que carecen de un acelerador lineal de electrones, y por lo tanto, no pueden atender adecuadamente la radioterapia de un paciente en emergencia oncológica ni la radioterapia estándar de la mayoría de los tumores sólidos del adulto. Recordemos que desplazar al paciente y a algún familiar cercano a una gran ciudad por la duración del tratamiento completo (más el pago del arancel por ese tratamiento) suma importantes erogaciones, caso por caso.

La magnitud de la inversión necesaria no puede ser abordada con el mismo criterio con el que se plantean obras viales, eventos culturales o deportivos para celebrar aniversarios patrios, y otras iniciativas de importante repercusión mediática: se trata de la salud y la seguridad de la población.

En ocasiones, faltan nombramientos de Enfermería para habilitar una sala o quirófano, o falta equipamiento de costo moderado (menos de 20.000 dólares, como es el caso de endoscopios), o falta una red de derivación y logística de muestras de sangre o tejidos para estudios patológicos o genéticos sofisticados. A veces, una simple comunicación via internet hubiera podido poner un experto a disposición en una situación compleja.

Falta decisión política.

domingo, 1 de mayo de 2011

Novedades en la terapia del cáncer prostático avanzado o metastásico

Los últimos dos años están cambiando la perspectiva de los pacientes con cáncer prostático avanzado o metastásico: se han producido aprobaciones de nuevos tratamientos, tanto en Europa como en Estados Unidos. Si bien ninguno de ellos es una panacea, y todos ellos tienen efectos adversos de consideración - en algún caso, graves - estos productos vienen a cubrir, en parte, una necesidad médica.
Se han aprobado fármacos para pacientes cuya enfermedad no ha respondido a las terapias hormonales estándar, ni tampoco a la quimioterapia con docetaxel. Para esta situación hay dos abordajes: o bien administrar otro tipo de quimioterapia ("de segunda línea") con cabazitaxel, un fármaco que interfiere con la formación del "citoesqueleto", que se administra por vía intravenosa cada 21 días, y que tiene toxicidad hematológica, alopecia y otras, y fue aprobado por la EMA en 2009, o bien se utiliza un producto hormonal (abiraterona, aprobado por la FDA el 28 de abril de este año).

Por otra parte, la preparación con células autólogas denominada sipuleucel-T fue aprobada por la FDA para la terapia de pacientes con enfermedad metastásica, hormono-refractaria, pero asintomáticos, pero no expuestos previamente a quimioterapia. Esta preparación se realiza en forma individualizada para cada paciente (a partir de "células dendríticas", obtenidas por leucoféresis a través de una vía venosa central, luego expuestas "ex-vivo" a un antígeno tumoral - fosfatasa ácida prostática - más un adyuvante - GM- CSF). La complejidad del procedimiento, el limitado número de centros que pueden ofrecerlo, las complicaciones infecciosas graves asociadas con la naturaleza invasiva del mismo, y finalmente, el precio solicitado (93.000 dólares por tres infusiones) hacen que no pueda considerarse una alternativa realista en países de ingresos medios o bajos. Además, quedan pendientes temas de seguridad: un pequeño porcentaje de pacientes ha fallecido como consecuencia de las complicaciones infecciosas asociadas al catéter venoso central.

Por comparación, un fármaco oral como la abiraterona parece una alternativa relativamente simple (¿engañosamente simple?).

Como suele ocurrir, serán los primeros años de uso amplio de estos fármacos en la comunidad los que proveerán más adecuada información. Sabemos que la aprobación de un nuevo fármaco nos deja con más preguntas que antes. Al menos, hay ahora algunas nuevas alternativas. Será cuestión de realizar ensayos clínicos para delinear el verdadero rol y la contribución de estos nuevos productos en el manejo del cáncer prostático avanzado o metastásico, con enfermedad aparentemente resistente a la terapia hormonal.

La necesidad de permanente actualización en Oncología Clínica lleva a buscar mecanismos de información independientes de los laboratorios farmacéuticos. Existe la posibilidad de realizar cursos a distancia (via correo electrónico), restringidos a oncólogos clínicos en este caso, para mantenerse al día con la información relevante, evaluada en forma imparcial e independiente.
Es cuestión de buscarlos.

Dr. Pedro Politi