viernes, 22 de abril de 2011

Pacientes con una, dos, tres neoplasias malignas

¿Cuán frecuente es - para un oncólogo - recibir un paciente con un historial de dos o tres neoplasias malignas diferentes?
Algunos cánceres exhiben alta incidencia y prevalencia, por lo que pudieran coexistir "casualmente" (por ejemplo, cáncer prostático + pulmonar o colo-rectal, o bien cáncer de tiroides + alguna otra neoplasia maligna frecuente en los adultos). Otros son resultado de similares mecanismos: por ejemplo, aquellos tumores asociados con un nivel elevado de exposición a estrógenos (fueran éstos exógenos o endógenos) o con obesidad y sedentarismo (cáncer mamario, cáncer endometrial, cáncer pancreático). Ni qué decir si hablamos de los cánceres asociados con la exposición a tabaco (cáncer de la cavidad oral, pulmón, páncreas, riñón, vejiga), o de los dependientes de mutaciones críticas en un gen (cáncer de ovario + cáncer mamario con agregación familiar; cáncer de colon, endometrio, y sarcomas como parte del síndrome de Lynch, por ejemplo).

Estas consideraciones valen especialmente para quien detecta la primera neoplasia maligna de la (futura) serie: debemos alertar al (a la) paciente sobre medidas de prevención de otras enfermedades malignas que pudieran tener conexión. Hoy en día no está disponible el estudio completo del genoma de un paciente a un precio razonable, pero sí sabemos qué conexiones frecuentes tiene un tumor maligno con otros. Se va delineando un "mapa de vinculación entre enfermedades". No es cierto que "nuestro destino está escrito en las estrellas": se va haciendo camino al andar. Los médicos podemos y debemos guiar a nuestros pacientes en ese camino.

Las recomendaciones generales son bien conocidas: moderar la exposición a tóxicos y carcinógenos conocidos (alcohol, tabaco, grasas animales saturadas), seguir estilos de vida saludable (mantener el peso ideal mediante una combinación de dieta y ejercicio), utilizar las medidas preventivas razonables disponibles (vacunación contra virus oncogénicos como hepatitis B, por ej; moderar y reducir la exposición a radiaciones y a la luz solar en horarios pico; evitar otras fuentes de radiación UV como las "camas solares").

Nuestra sociedad, en cambio, sigue prisionera de lo que difunden los medios: "hágase chequeos; consuma nuestros productos". Hay pocos "chequeos" que sirvan para salvar la vida: el Pap, la mamografía, el peso corporal, la presión arterial, y la consulta médica periódica. ¿Le contaron otra cosa? Si así fuera, Ud necesita hablar con su médico/a.

Que los datos nos guíen. No hace falta tanta nueva información, sino difundir la ya existente.

Atentamente,
Dr. Pedro Politi

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