Escribe: Dr. Pedro M. Politi.
Oncólogo Clínico
Nota: publicación original: http://www.cancerteam.com.ar/poli108.html
Introducción
Vivimos literalmente sumergidos en un mar de sustancias químicas (naturales o artificiales). Toman contacto con la piel, las inhalamos, o las ingerimos. Algunas de estas sustancias son vitales (oxígeno, agua, nutrientes), y algunas (pocas, o muchas, según dónde y cómo vivamos) tienen la potencialidad de causar enfermedad. A estas últimas las consideramos contaminantes ambientales. En este breve artículo se describe a grandes rasgos la metodología a seguir para establecer si una sustancia química causa cáncer o no.
Primero, lo primero
Llamamos carcinógeno a una sustancia capaz de causar cáncer en animales o en humanos.
Es útil manejarse con un modelo mental sobre los mecanismos utilizados por las sustancias que causan cáncer. La mayoría de ellas lo hace modificando nuestro código genético, es decir, causando daño a la cadena de ADN - el tipo de molécula que lleva nuestro código genético en un sistema "cifrado" de cuatro "letras", correspondiente cada una a una "base", llamada A, T, C, o G. En otras palabras, la mayoría de las sustancias que causan cáncer, ataca al ADN de un modo u otro, y como consecuencia de esta acción, puede causar modificaciones (mutaciones) en el código genético, algunas de las cuales pueden ser transmitidas a la descendencia - es decir, se trata de sustancias mutagénicas. La minoría de las sustancias que causan cáncer lo hace por una variedad de otros mecanismos, incluyendo efectos hormonales, formación de productos tóxicos, etc. Son los llamados carcinógenos no-mutagénicos.
Así que si hay preocupación sobre los riesgos que podría causar a la salud la presencia de un contaminante ambiental, primero lo primero: hay que fijarse si ese contaminante (si uno conoce su nombre químico, o su grupo - ej. PCBs, o anilinas, etc -) figura o no en registros internacionales de sustancias reconocidad como carcinogénicas. La Agencia Norteamericana de Protección del Medio Ambiente (E.P.A, por sus siglas en inglés) en su página web: www.epa.gov, e instituciones no gubernamentales, tienen listados disponibles en Internet. Puede consultarse además la legislación nacional - por lo que hubiere. Si el producto figura... listo! Pero aquí comienza todo otra vez. La Constitución Argentina desde 1994 protege - en principio - las acciones destinadas a conservar el medio ambiente. El punto difícil es la implementación. Consulte a un abogado.
Cómo comienza la investigación científica?
Una forma común de comienzo para establecer si una sustancia es un carcinógeno o no, es a partir de la observación inteligente de hechos comunes. Por ejemplo, Sir Percival Pott fue el primero en registrar que era frecuente que los deshollinadores de Londres (siglo XIX) desarrollaban "a menudo" cáncer en el escroto (la cubierta de piel que rodea los testículos). En base a esta observación, Pott elaboró una hipótesis: habría una relación causa-efecto entre la exposición directa a los productos del hollín y la formación de este tipo de cáncer. Estos estudios de observación reciben el nombre de epidemiológicos. Requieren una actitud muy despierta (saber qué pistas se explorarán), y una recolección cuidadosa de datos. Tienen una limitación, sin embargo: no son herramientas útiles para establecer una relación de causalidad, sino sólo una asociación entre hechos. Pero sirven para orientar estudios ulteriores.
Del mismo modo, fueron estudios de observación los que indicaron una asociación entre el humo del tabaco y el cáncer de pulmón (y el de laringe, de vejiga.... siguen los cánceres), entre la exposición a colorantes industriales (anilinas) y cáncer de vejiga, la infección con el virus VIH/HIV y una variante del tumor llamado sarcoma de Kaposi (entre otros).
Los estudios de observación robustecen o debilitan una sospecha inicial, y son de dos tipos básicos:
- Caso-control: se identifican ¨"casos" (personas que desarrollaron cierto tipo de cáncer, por ej, leucemia), y se examina qué tienen en común (y qué tienen de diferente) esos "casos" con otro grupo de individuos (llamados "controles") que vivan en la misma área geográfica, tengan edades en el mismo rango, etc, etc. Si por ejemplo sucede que los "casos" habían recibido con cierta frecuencia un determinado medicamento - o trabajaban en una usina nuclear , por ej..-, y que en los "controles" esa exposición fuese infrecuente... allí hay algo.
Pero ese "algo", a lo que llamaríamos "un antecedente más frecuente de cierta exposición (medicamento? Trabajo en usina nuclear?) entre los que tienen leucemia que entre los que no la tienen", es sólo un indicio preliminar. Deliberadamente se eligió la usina nuclear: qué pasaría allí? Sería un único factor? Dentro de la usina, en sus alrededores? Podría haber otro factor en común entre los trabajadores de la usina? Y si viven todos cerca de una línea de alta tensión? Y si la mayoría fuma? Como se ve, en ocasiones, este tipo de estudios sólo abre más pistas. Pero alcanza sin duda para salir en los medios! - Estudio de cohortes: Se toma de una expresión del léxico militar romano. Una cohorte era un regimiento, aproximadamente. En el estudio de cohortes, se definen previamente las características comunes (rango de edad, sexo, ocupación, área geográfica, etc) con excepción de una (o al menos, eso es lo que piensan los investigadores!). Un ejemplo sería organizar cohortes con mujeres que utilizan anticonceptivos orales, y otra cohorte con las que no los utilicen, y observar si hay diferencias en la aparición de nuevos casos (incidencia) de cáncer de mama, por ejemplo. De nuevo, este tipo de estudios sugiere una pista inicial, no establece relación causa-efecto (por ej, podría ser que hubiese más mujeres con antecedentes familiares en un grupo que en otro, y una modesta diferencia en la distribución de edades podría alterar marcadamente la incidencia espontánea de este cáncer, que tiene una distribución típica según la edad).
En realidad, sólo con este tipo de datos recopilados y analizados puede uno "salir a decir" que "algo está sucediendo aquí". Una golondrina no hace verano, por más que a nivel personal sea un hecho dramático. Hay que documentar una tendencia consistente.
Otros métodos de estudio
Qué puede hacerse si se recolecta evidencia que, por ejemplo, hay mayor incidencia de cáncer (de qué tipo o tipos? en gente de qué rango de edad? Fumadores o no fumadores?) en quienes viven cerca de... una planta petroquímica, por ejemplo?
Lo primero sería establecer claramente que hay un aumento (estadísticamente significativo, no atribuible a una fluctuación al azar) de los casos de un tipo de cáncer, con los estudios citados arriba. Luego, si se puede plantear la sospecha de si cierta sustancia o sustancias serían las responsables... aquí se dividen los caminos:
- Si la idea es presentar un recurso legal, que diga más o menos : "Hey! Esta planta petroquímica nos está envenenando!", quizás (quizás solamente) no haga falta demostrar en experimentos en animales que alguna de las sustancias procesadas o emitidas por la planta causa cáncer. Quizás (habrá que ver qué evidencia se presenta, cómo lo analiza el juez) pudiera bastar con demostrar fehacientemente la presencia de niveles de cierto carcinógeno internacionalmente reconocido como tal en los efluentes, o en la zona que se estudia.
- Si la idea es identificar una sustancia carcinógena nueva, entonces la tarea es mucho más ardua (bueno... habría que ver qué es más arduo en estos días en la Argentina: curar el cáncer, o tener justicia?). Habría que utilizar mezclas o extractos de los efluentes y analizarlos químicamente, además habría que aplicarlos a animales de experimentación y observarlos por un tiempo, a ver si desarrollan tumores. Todo es laborioso y lento.
Tener una buena hipótesis ayuda mucho
La búsqueda se facilita si uno tiene una pista, intuitiva o no. Pero seguir cada pista cuesta tiempo, esfuerzo, y consume recursos (entre ellos, dinero). Si uno sospecha que un derivado de la cocción de la carne vacuna causa cáncer... en ese caso, lo primero es tomar muestras y analizarlas químicamente. Ya está hecho: se hallaron varias sustancias carcinógenas en la carne asada (Perdón, no quería Ud. saber?).
En cambio, con un medicamento nuevo, puede no saberse si provoca cáncer. Como en líneas generales, se requiere una exposición muy prolongada (habitualmente, años, o décadas) para causar la serie de lesiones y cambios genéticos necesarios, hay muchos medicamentos que son aprobados y ... no se sabe si causan cáncer o no. Se supone, o se sospecha, o se cree... que no - ojalá... Los productos más peligrosos (sin contar el humo del tabaco, el alcohol, la carne asada y otros elementos del cotidiano vivir) son precisamente... los medicamentos antitumorales. Es así, los medicamentos que combaten el cáncer tienen una probabilidad (en general, baja) de causar cáncer ellos mismos. Cómo se estudia esto? Si conocemos que, por ejemplo, un medicamento se liga al ADN y forma un complejo estable con él (llamado técnicamente, aducto), esto representa una mutación o daño del ADN. Los mecanismos de reparación de la célula podrán removerlo y reemplazarlo, ... o no, .... o quizás lo hagan, pero con errores, dejando atrás una mutación. En este caso, la detección de la lesión molecular en el ADN sería el primer paso para indicar el peligro. Pero no basta, porque podría suceder que esta lesión fuese reparada con cierta lentitud.
En otras palabras, el riesgo de cáncer por agentes químicos (u otros) depende de una ecuación en que, por un lado, se halla la capacidad de causar cáncer propia del agente químico, y por otra, la capacidad de reparación del daño que pueda montar el propio organismo, con más las lesiones previas del ADN con que "venga cargando" acumulativamente en la vida - o transmitidas por la herencia.
El cáncer (cada uno de los 200 o más enfermedades que conocemos con este nombre) es la resultante de un complejo juego de factores. Lo mejor es, en lo posible, no dar ventaja...