viernes, 23 de diciembre de 2011

Oferta de terapias anti-cáncer no validadas por el método científico

Todos los días hay un bombardeo mediático en que se ofrecen (y ensalzan) supuestas "nuevas terapias contra el cáncer". Esos anuncios van directamente a la población general, prometen resultados maravillosos "sin efectos adversos", y se expenden por mecanismos no convencionales. En su enorme mayoría, ni siquiera tienen la autorización regulatoria para su empleo clínico o para su comercialización como medicamento. Casi sin excepciones, no hay ensayos clínicos aleatorizados ("randomizados", si usamos el anglicismo) en que la "nueva maravilla" haya sido comparada con una terapia estándar, o con solamente el mejor control de síntomas.

La publicidad masiva apela a emociones básicas de la población general. Ocasionalmente, reclutan algún profesional (frecuentemente, no-especialista en el tema, o ya alejado de la práctica clínica, o quizás, que nunca se ocupó de la asistencia de pacientes y pasó su vida en un laboratorio) para que exalte las virtudes de la nueva panacea. Nunca se habla de efectos adversos ni de riesgos. Y a estar con la publicidad, pareciera que ... nadie que lo consume muere jamás.

Quienes arman este negocio "pescan" en la angustia y desesperación de mucha gente que desea ayudar a un ser querido. "La verdad os hará libres", decía San Pablo. La verdad es que así no ayudamos a quien está enfermo: le ofrecemos un escape, una negación, una ilusión, y mayormente, un engaño.

¿Que no creemos en la terapia estándar? Veamos... ¿de qué situación estamos hablando, exactamente? ¿Hubo una consulta de segunda opinión con otro especialista? En ocasiones, el entorno familiar y los amigos se desesperan... y el paciente está respondiendo muy bien al tratamiento indicado por su médico. En muchos casos, lo que la Medicina de hoy tiene para ofrecer se ve limitado. ¿Será éste un motivo para saltar al vacío? Honrar la vida, preservarla y cuidarla requiere mucho trabajo. ¿Estamos dispuestos a esforzarnos en el mundo real, con las estrategias reales? Algunos prefieren soñar y negar; será su libre elección.

Quien quiera examinar críticamente la situación, ponderar sus posibilidades, valorar pros y contra, y decidir una conducta con la guía y apoyo de su médico, elige no adormecerse sino luchar. Con la cabeza y el corazón.

Cordialmente,
Dr. Pedro Politi


jueves, 8 de diciembre de 2011

¿Quién (y cómo) habla de pronóstico con sus pacientes?

¿Cómo abordan el tema del pronóstico los médicos, al dialogar con sus pacientes? ¿Evitan tocar el tema? ¿Utilizan circunloquios y generalidades? ¿Descargan números y "estadísticas" que son básicamente caprichos o arbitrariedades? ¿Intentan individualizar la "pronosticación", o la relativizan?

La cultura y la percepción social influyen mucho en el enfoque, y la subjetividad del paciente (y del médico) también determinan una dinámica especial.

Sabemos que la predicción (pronosticación) médica tiene un margen enorme de error. ¿Cómo incorporamos eso?

Invito a los lectores a participar. Identificándose.